El Ángel Arcabucero
es una curiosa figura de la antigua escuela cuzqueña. Pintores indígenas
realizaron detalladas representaciones de este personaje en las que se
reemplazaba la tradicional espada por un arcabuz, también conocido como “trueno
de mano”. Se cree que la predilección que tenían por estas figuras, que
inundaron las iglesias del virreinato desde Perú a Argentina, se debía a la
familiaridad que guardaban estos seres alados con sus antiguos dioses y héroes.
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